sábado, 31 de mayo de 2014

Sobre el Ego





Para el ego, tener es lo mismo que Ser: tengo, luego existo. Y mientras más tengo, más soy. El ego vive a través de la comparación. La forma como otros nos ven termina siendo la forma como nos vemos a nosotros mismos.

Si todo el mundo habitara en mansiones o todos fuéramos ricos, nuestra mansión o nuestra riqueza ya no nos serviría para engrandecer nuestro sentido del ser. Podríamos irnos a vivir a una choza modesta, regalar la riqueza y recuperar la identidad viéndonos y siendo vistos como personas más espirituales que los demás.

La forma como otros nos ven se convierte en el espejo que nos dice cómo y quiénes somos. El sentido de valía del ego está ligado en la mayoría de los casos con la forma como los otros nos valoran.

Necesitamos de los demás para conseguir la sensación de ser, y si vivimos en una cultura en donde el valor de la persona es igual en gran medida a lo que se tiene, y si no podemos reconocer la falacia de ese engaño colectivo, terminamos condenados a perseguir las cosas durante el resto de nuestra existencia con la vana esperanza de encontrar nuestro valor y la realización del ser. 


¿Cómo desprendernos del apego a las cosas? Ni siquiera hay que intentarlo. Es imposible. El apego a las cosas se desvanece por sí solo cuando renunciamos a identificarnos con ellas. Entretanto, lo importante es tomar conciencia del apego a las cosas.
 

Algunas veces quizás no sepamos que estamos apegados a algo, es decir identificados con algo, sino hasta que lo perdemos o sentimos la amenaza de la pérdida. Si entonces nos desesperamos y sentimos ansiedad, es porque hay apego. Si reconocemos estar identificados con algo, la identificación deja inmediatamente de ser total. "Soy la conciencia que está consciente de que hay apego". Ahí comienza la transformación de la conciencia.

QUERER MÁS: LA NECESIDAD DE POSEER MÁS

El ego se identifica con lo que se tiene, pero la satisfacción que se obtiene es relativamente efímera y de corta duración. Oculto dentro de él permanece un sentimiento profundo de insatisfacción, de "no tener suficiente", de estar incompleto. "Todavía no tengo suficiente", dice el ego queriendo decir realmente, "Todavía no soy suficiente".

Como hemos visto, tener (el concepto de la propiedad) es una ficción creada por el ego para dotarse a sí mismo de solidez y permanencia y poder sobresalir y ser especial. Sin embargo, puesto que es imposible encontrarnos a nosotros mismos a través de la tenencia, hay otro ímpetu más fuerte y profundo relacionado con la estructura del ego: la necesidad de poseer más, a la cual denominamos "deseo". No hay ego que pueda durar mucho tiempo sin la necesidad de poseer más. Por consiguiente, el deseo mantiene al ego vivo durante más tiempo que la propiedad.
El ego desea desear más que lo que desea tener. Así, la satisfacción somera de poseer siempre se reemplaza por más deseo. Se trata de la necesidad psicológica de tener más, es decir, más cosas con las cuales identificarse. Es una necesidad adictiva y no es auténtica.

En algunos casos, la necesidad psicológica de tener más o la sensación de la carencia tan características del ego se transfieren al nivel físico, de tal manera que se convierte en un apetito insaciable. Las personas afectadas por la bulimia se obligan a vomitar para continuar comiendo. El hambre está en su mente, no en el cuerpo. Este trastorno de la alimentación se curaría si la víctima, en lugar de identificarse con la mente, pudiera entrar en contacto con su cuerpo y sentir las verdaderas necesidades del mismo en lugar de las falsas necesidades de la mente egotista.

Algunos egos saben lo que desean y persiguen su propósito con determinación siniestra y despiadada: Gengis Khan, Stalin, Hitler serían algunos ejemplos más que ilustrativos. Sin embargo, la energía que alimenta su deseo crea una energía opuesta de igual intensidad, la cual provoca finalmente su caída.
Entretanto, siembran la infelicidad para ellos mismos y los demás o, en el caso de los ejemplos anteriores, crean el infierno en la tierra. La mayoría de los egos sienten deseos contradictorios. Desean cosas diferentes a cada momento o quizás no sepan lo que desean, salvo que no desean lo que es: el momento presente.

Como resultado de ese deseo insatisfecho vienen el desasosiego, la inquietud, el aburrimiento, la ansiedad y la insatisfacción. El deseo es estructural, de manera que no hay contenido que pueda proporcionar una sensación duradera de logro mientras esa estructura mental continúe existiendo. En el ego de los adolescentes, (muchos viven en un estado permanente de negatividad e insatisfacción), se encuentra con frecuencia ese deseo de algo inespecífico.

Las necesidades físicas de alimento, agua, cobijo, vestido y las comodidades básicas podrían satisfacerse fácilmente para todos los seres humanos del planeta si no fuera por el desequilibrio generado por la necesidad rapaz y demente de tener más recursos, por la codicia del ego.


Eckhart Tolle (Una NuevaTierra)











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                                        "Tres Preguntas sobre el Ego"

martes, 27 de mayo de 2014

¿Izquierda o Derecha?


El cerebro humano está dividido en dos partes, en dos hemisferios. Ahora, las investigaciones científicas han demostrado muchos hechos acerca del cerebro humano. El lago derecho, el hemisferio derecho del cerebro, funciona de una manera totalmente distinta que el lado izquierdo.  Están unidos por un puente diminuto, y todo el engranaje cambia a través de ese puente.  El lado izquierdo del cerebro funciona a través de la razón: es prosa, lógica, agresión, ambición, ego.  Es masculino, es yang, es muy violento.  Este hemisferio izquierdo del cerebro es el de las matemáticas, la acción, el análisis, la secuencia, la masculinidad, el tiempo, la agresión, el trabajo… y todo ese tipo de cosas.
Los dos lados del cerebro están unidos mediante un puentecito muy frágil, y continuamente cambiamos del izquierdo al derecho y viceversa.  De hecho, eso es lo que provoca la respiración.  A veces respiras por la fosa nasal izquierda, y entonces tiene lugar un cambio y empiezas a hacerlo por la derecha.  Cuando respiras por la fosa nasal derecha, se pone en funcionamiento el hemisferio izquierdo, pues están conectados contrariamente.  Cuando respiras a través de la fosa nasal izquierda, es tu hemisferio derecho el que funciona.
Tu mano izquierda está unida al hemisferio derecho, tu mano derecha lo está al hemisferio izquierdo. Por eso se fuerza a los niño a escribir con la mano derecha.  Da la impresión de que la derecha está bien, pero que hacerlo con la izquierda es erróneo.  ¿Por qué?  Porque un niño que escribe con la mano izquierda nunca será el tipo de persona que la sociedad quiere que sea. Será más poético, más imaginativo.  Albergará grandes sueños.  Será pintor, bailarín, cantante, músico, pero nunca será un as en matemáticas, ingeniería o ciencia.  No se convertirá en un gran general, en un asesino o un político, no.  Por todo ello, la mano izquierda es peligrosa.  Se necesitan diestros.  La historia está escrita por gente diestra.  Los zurdos tiene que cambiar, porque si usas la mano izquierda empezará a funcionar tu parte imaginativa, tu parte femenina, tu falta de egoísmo.  Serás más blando, te abrirás más.  Serás más receptivo.  Por eso obligan a los niños a cambiar.
Tarde o temprano tendrá lugar una revuelta zurda contra los diestros.  Tienen que rebelarse.  De hecho, el cincuenta por ciento de las personas son zurdas –porque hay un equilibrio-, pero las hemos obligado a cambiar. De ese cincuenta por ciento, aproximadamente el cuarenta se han convertido en diestros a su pesar.  El diez por ciento persiste.  Pero lo hacen con miedo, con ansiedad.  Como si algo estuviese equivocado. No es sólo cuestión de manos, también lo es del cerebro.
Los lingüistas acaban de despertarse al hecho de que en el mundo existen dos tipos de lenguas. Algunas funcionan desde el hemisferio izquierdo, por ejemplo, el inglés.  Se trata de una lengua científica, más racional.  En cambio, la lengua de los hopis funciona desde el derecho.  Se trata de una lengua totalmente distinta, más pictórica, menos científica, más poética, más colorista, más viva.  Los hopos no pueden desarrollar mucha matemática.
Hemos sido forzados a permanecer cada vez más en el hemisferio izquierdo y poco a poco nos hemos olvidado del derecho.  Nos hemos olvidado del mundo del hemisferio derecho.  Cuando sueltas el ego es un cambio que tiene lugar interiormente.  Y tras ello surge en ti un tipo de energía totalmente distinto; te tornas más poético, más divertido, más alegre.  Y uno crece.  El crecimiento tiene lugar a través de lo femenino, y se realiza por el hemisferio derecho.

Osho (el sendero del zen)   
                   










lunes, 26 de mayo de 2014

El cuerpo etérico


El cuerpo etérico posee aproximadamente la misma extensión y forma que el cuerpo físico. Por ello también se encuentra la denominación de «doble etérico» o «cuerpo físico interior».
Es el portador de las fuerzas modeladoras para el cuerpo físico, así como de la energía vital creadora y de todas las sensaciones físicas.
El cuerpo etérico se forma de nuevo en cada reencarnación del hombre, y vuelve a disolverse en el plazo de tres a cinco días después de su muerte física (el cuerpo astral, el cuerpo mental y el cuerpo causal continúan existiendo después de la muerte, y en cada nueva encarnación se unen otra vez al recién formado).
El cuerpo etérico atrae energías vitales del sol a través del chakra del plexo solar, y energías vitales de la tierra a través del chakra basal. Acumula estas energías y, a través de los chakras y los nadis, las conduce al cuerpo físico en flujos vitales ininterrumpidos. Las dos formas de energía se encargan de mantener un equilibrio vivo en las células corporales.
Cuando el «hambre de energía» del organismo está saciado, la energía sobrante del cuerpo etérico se irradia hacia fuera a través de los chakras y de los poros. Sale a través de los poros en filamentos de energía rectos de aproximadamente 5 centímetros de longitud y constituye el aura etérica, que, por lo general, es la primera fracción del aura total percibida por las personas clarividentes.

 Estos rayos se disponen en torno al cuerpo físico formando como un manto protector. Impiden a los gérmenes patógenos y a los contaminantes penetrar en el cuerpo, y simultáneamente irradian un flujo constante de energía vital hacia el entorno.
Esta protección natural significa que, básicamente, una persona no puede enfermar debido a causas de origen externo. Las razones de una enfermedad radican siempre en ella misma. Los pensamientos y emociones negativos, y una forma de vida que no esté en consonancia con las necesidades naturales de cuerpo (sobreesfuerzo, alimentación insana, abuso de alcohol, nicotina y drogas), pueden consumir la energía vital etérica, por lo que la irradiación energética natural perderá intensidad y vigor. De esta forma surgen zonas débiles en el aura.
Los filamentos energéticos mencionados aparecen doblados o se sobrecruzan en formas desordenadas. El clarividente puede reconocer «agujeros» o «grietas» en el aura, a través de los cuales pueden penetrar en el cuerpo las vibraciones negativas y las bacterias causantes de enfermedades. Además, la energía vital puede «escapar» de la zona no material a través de estas heridas.
Debido a esta estrecha relación existente entre el estado de cuerpo físico y la radiación energética del cuerpo etérico, a menudo se habla también de un aura de la salud. Antes de manifestarse en el cuerpo físico, las enfermedades se manifiestan en el aura etérica. Y pueden ser detectadas y tratadas en este plano. La denominada fotografía Kirlian consiguió hacer visible por primera vez esta radiación energética, propia de cada ser vivo*. 

Basándose en este invento, se han hecho diagnósticos muy precisos y se han detectado enfermedades incluso cuando aún se encontraban en fase latente.
El cuerpo etérico, y con él el cuerpo físico, reaccionan de forma particularmente intensa a los impulsos mentales que proceden del cuerpo mental. Aquí estriba la razón de los éxitos que el pensamiento positivo tiene sobre la salud. Nosotros podemos favorecer la salud de nuestro cuerpo utilizando prudentemente las sugestiones positivas.
Otra función importante del cuerpo etérico consiste en servir de intermediario entre los cuerpos energéticos superiores y el cuerpo físico. Transmite al cuerpo emocional y al cuerpo mental las informaciones que recogemos a través de los sentidos corporales, y simultáneamente transmite energías e informaciones desde los cuerpos superiores al cuerpo físico.

 Cuando el cuerpo etérico se encuentra debilitado, este flujo de información y energía se halla obstaculizado, y el hombre puede parecer indiferente tanto en el plano emocional como en el mental. 

*Se trata de un método especial de fotografía de alta frecuencia desarrollado por el matrimonio de investigadores rusos Semion D. y Valentina K. Kirlian, de los cuales recibe su nombre




Fuente: El gran libro de los chakhras SHALILA SHAR&DOM
Y BODO J. BAGINSKY

jueves, 22 de mayo de 2014

Frases para meditar...


"El Ahora es como es porque no puede ser de otra manera. Ahora los físicos
confirman lo que los budistas han sabido siempre: no hay cosas ni sucesos
aislados. Por debajo de las apariencias superficiales, todas las cosas están
interconectadas, son parte de la totalidad del cosmos que ha producido la forma que toma este momento."

"Cuando tu conciencia
se dirige hacia fuera,
surgen la mente y el mundo.
Cuando se dirige hacia dentro,
alcanza su propia Fuente
y regresa a casa, a lo No Manifestado."


"La libertad comienza cuando te das cuenta de que no eres «el pensador». En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior. Entonces te das cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, y de que el pensamiento es sólo es una pequeña parte de esa inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas verdaderamente importantes—la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna—surgen de más allá de la mente." 

Fuente: Eckhart Tolle, El silencio habla, Practicando el Poder del ahora


                                     





martes, 20 de mayo de 2014

El hombre en la montaña



Érase una vez que había un hombre sobre una elevada montaña. Tres viajeros que pasaban a lo lejos, se fijaron en él empezaron a discutir sobre él. Uno dijo:
-Probablemente ha perdido a su animal favorito.
-No, lo más seguro es que ande buscando a sus amigos –terció otro.
-Está ahí arriba para disfrutar del aire puro –dijo el tercero.
Los tres viajeros no pudieron ponerse de acuerdo y continuaron discutiendo hasta el momento en que llegaron a lo alto de la montaña.
Uno de ellos preguntó:
-Amigo que estás encima de esa montaña, ¿has perdido a tu animal favorito?
-No, señor; no lo he perdido.
El segundo también preguntó:
¿Has perdido algún amigo?
-No, señor, tampoco he perdido a amigo alguno.
El tercero acentuó:
-¿Estás aquí sólo para disfrutar del aire puro?
-No, señor.
-¿Entonces qué estás haciendo aquí, ya que has respondido negativamente a todas nuestras preguntas?
El hombre de la montaña respondió:
-Simplemente estoy aquí.

Osho (El Sendero del Zen)


 

domingo, 18 de mayo de 2014

Más allá de los conceptos


Buda nos dice: “Un ser humano no es un ser humano. Por eso podemos decir que es un ser humano.” –A no es A. Por eso realmente es A-. Una flor no es una flor. Está formada únicamente por elementos no-flor: luz del sol, nubes, tiempo, espacio, tierra, minerales, jardineros... Una verdadera flor contiene el universo entero. Si devolvemos cualquiera de esos elementos no-flor a su origen, la flor desaparecerá. –Una rosa no es una rosa. Por eso es una verdadera rosa-. Debemos disipar nuestro concepto de rosa para sentir la verdadera rosa.
El nirvana significa extinción, ante todo la extinción de todos los conceptos e ideas. Cuando nos preguntamos si Buda es un ser humano,significa que tenemos un concepto del ser humano. De modo que Buda se limita a sonreírnos como respuesta. De esta forma nos anima a trascender nuestros conceptos y así descubrir que un ser verdadero es muy distinto a un concepto.

(.......................)

Cuando vemos algo, aparece en nuestro interior un signo o una imagen. Por ejemplo, si el agua está en un recipiente cuadrado, su signo es ser cuadrada. Al abrir el congelador y sacar un poco de hielo, el signo de esa agua es la solidez. Los químicos llaman al agua H2O. La nieve en la montaña y el vapor que se eleva de la pava también son H2O. Que el H2O sea cuadrada, sólida o gaseosa dependerá de las circunstancias.

Los signos son herramientas para nuestro uso, pero no son la verdad absoluta y pueden engañarnos.
El Sutra del Diamante dice: “Donde quiera que haya un signo, hay engaño, ilusión”. Las percepciones a menudo nos dicen tanto sobre el que percibe como sobre el objeto de percepción”.
Para poder liberarnos, es necesario practicar la Concentración sobre la Ausencia de Signos. Hasta que no vayamos más allá de ellos, no podremos sentir la realidad. Nuestro miedo y nuestro apego surgen de quedar atrapados en los signos. El mayor alivio surge cuando logramos vencer las barreras de los signos y sentir el mundo carente de ellos, el nirvana. ¿Dónde debemos buscar para encontrar el mundo carente de signos? Aquí mismo, en el mundo de los signos.


Los políticos, los economistas y los educadores necesitan practicar la ausencia de signos. Encarcelamos a muchos jóvenes, pero si meditamos en la ausencia de signos, descubriremos de donde procede su violencia. ¿Cómo es nuestra sociedad?¿Cómo están organizadas nuestras familias?¿Qué se enseña en nuestras escuelas? Los jóvenes se lastiman a si mismos y a los demás porque la vida no tiene un sentido para ellos. Si seguimos viviendo de la manera en que lo hacemos, y organizando a las sociedades de la misma forma, seguiremos produciendo muchos miles de jóvenes que necesitan ser encarcelados.

La ausencia de signos no es sólo una idea. Si observamos profundamente a nuestros hijos, vemos todos los elementos que los han producido. Son como son debido a nuestra cultura, nuestra economía, nuestra sociedad, y nosotros también lo somos debido a ello.

Nuestros hijos aprenden a leer, a
escribir, aprenden matemáticas, ciencias y otras materias en la escuela para poder ganarse la vida el día de mañana. Pero muy pocos programas escolares enseñan a los jóvenes cómo vivir, como afrontar la ira, calmar los conflictos, respirar, sonreír y transformar las formaciones internas. Es necesaria una revolución en la educación. Debemos animar a las escuelas a enseñar a nuestros estudiantes el arte de vivir en paz y armonía.

Thich Nhat Hanh (El Corazón de las enseñanzas de Buda)

miércoles, 14 de mayo de 2014

Tan sólo desaprender


La efectividad del poder está en el momento presente. Aquí mismo y ahora, en nuestras propias mentes. No importa cuánto tiempo hayamos tenido pautas negativas, o una enfermedad, una mala relación, apuros económicos, u odio a nosotros mismos: podemos comenzar a cambiar hoy. Los pensamientos que hemos albergado y las palabras que hemos empleado repetidamente han creado nuestras experiencias hasta este momento.

No obstante, eso es pensamiento pasado, ya lo hemos tenido. Lo que escojamos pensar y decir hoy, en este momento, creará el mañana y el pasado mañana, la semana que viene, el mes que viene y el año que viene. La efectividad del poder está siempre en el momento presente.

Aquí es donde comenzamos a hacer cambios. Qué idea más liberadora. Podemos comenzar a dejar marchar las viejas tonterías. Ahora mismo. El comienzo más insignificante es ya importante.

Cuando bebés, éramos todo amor y alegría. Sabíamos lo importantes que éramos, nos sentíamos el centro del universo. El bebé tiene una inmensa osadía, pide lo que necesita y expresa sus Sentimientos sinceramente. Se ama a sí mismo completamente, cada parte de su cuerpo, incluidas las heces. Sabe que es perfecto. Y esa es la verdad de nuestro ser. Todo lo demás son tonterías aprendidas y se pueden desaprender.

Cuántas veces hemos dicho: «Yo soy así», o «Las cosas son así». Lo que en realidad queremos decir es que eso es «lo que creemos que es verdad para nosotros». Por lo general, lo que creemos es únicamente la opinión de otra persona que hemos aceptado e incorporado a nuestro propio sistema de creencias. Algo que encaja con las otras cosas que creemos.

Si cuando éramos niños se nos enseñó que el mundo es un lugar temible, aceptaremos como cierto todo lo que encaje con esa creencia. «No te fíes de los desconocidos», «No salgas por la noche», «La gente te engaña», etc. Por otra parte, si en los primeros años de nuestra vida se nos enseñó que el mundo es un lugar seguro y alegre, entonces creeremos otras cosas. «El amor está en todas artes» «La gente es amable» «Me llega el dinero con facilidad», etc. La vida refleja nuestras creencias.

Muy rara vez nos sentamos a cuestionar nuestras creencias. Podría preguntarme, por ejemplo: « ¿Por qué creo que me resulta difícil aprender? ¿Es cierto eso? ¿Es cierto eso para mí, ahora? ¿De dónde proviene esa creencia? ¿Lo sigo creyendo porque en mi primer año de escuela la profesora me lo repitió una y otra vez? ¿Estaría mejor yo, valdría más si dejara esa creencia?». Haz una pausa y coge al vuelo tu pensamiento. ¿Qué estás pensando en este preciso momento?

Si los pensamientos dan forma a nuestra vida y experiencias, ¿te gustaría que ese pensamiento se hiciera realidad para ti? Si es un pensamiento de inquietud o rabia o de dolor o venganza, ¿cómo crees que volverá a ti ese pensamiento? Si deseamos una vida dichosa, hemos de pensar pensamientos dichosos. Cualquier cosa que enviemos mental o verbalmente volverá a nosotros en esa misma forma.

Louise Hay (sana tu cuerpo)


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martes, 13 de mayo de 2014

Rendirse sin resignarse



LA SABIDURÍA DE LA RENDICIÓN

La cualidad de tu conciencia en este momento es el principal determinante del tipo de futuro que experimentarás;por tanto,rendirte es la cosa más importante que puedes hacer para provocar un cambio positivo.
Cualquier acción que emprendas es secundaria. Ninguna acción verdaderamente positiva puede surgir de un estado de conciencia que no sea de rendición.

Para algunas personas, la rendición puede tener una connotación negativa que implica derrota, renuncia, incapacidad de responder a las pruebas de la vida, letargo, etc. La verdadera rendición, no obstante, es algo totalmente diferente. No significa soportar pasivamente cualquier situación en la que te encuentres sin hacer nada al respecto. Tampoco significa dejar de hacer planes o de iniciar acciones positivas.

LA RENDICIÓN ES UNA SABIDURÍA SIMPLE pero profunda que implica ceder más que oponerse al flujo de la vida. El único lugar donde puedes experimentar el flujo de la vida es el ahora; por tanto, rendirse es aceptar el momento presente incondicionalmente y sin reservas. Es renunciar a la resistencia interna a lo que es.

Resistirse internamente es decir «no» a lo que es mediante el juicio mental y la negatividad emocional. La resistencia suele agudizarse cuando las cosas «van mal», lo que significa que hay una distancia entre las demandas o rígidas expectativas de tu mente y lo que es. En esa brecha anida el dolor.
Si has vivido lo suficiente, sabrás que las cosas «van mal» con bastante frecuencia. Es precisamente en esos momentos cuando tienes que rendirte si quieres eliminar el dolor y el sufrimiento de tu vida. La aceptación de lo que es te libera inmediatamente de tu identificación mental y vuelve a conectarte con el Ser. La resistencia es la mente. 


La rendición es un fenómeno puramente interno, que no implica que en lo externo no puedas emprender acciones para cambiar la situación.
De hecho, para rendirte no tienes que aceptar la situación general, sino sólo el pequeño segmento llamado el ahora.


Eckhart Tolle (Practicando el Poder del Ahora)




lunes, 12 de mayo de 2014

... Y surgío un rayo...



¿Qué es la iluminación?


La iluminación es descubrir que no hay nada que descubrir. La iluminación es saber que no hay ningún sitio al que ir. La iluminación es comprender que esto es todo, que esto es perfecto, que esto es ello. La iluminación no es un logro, es comprender que no hay nada que alcanzar, ningún sitio al que ir.

 Ya estás ahí, nunca te has alejado. No puedes alejarte de ello. Dios nunca ha estado perdido. Tal vez te hayas olvidado, eso es todo. Tal vez te hayas quedado dormido, pero eso es todo. Tal vez te hayas perdido en muchos sueños, pero eso es todo, porque tú estás ahí. dios es tu propio ser.Así que lo primero es que no hay que pensar en la iluminación como en un objetivo, porque no lo es. No es un objetivo, no es algo que se pueda desear. Y si la deseas no la lograrás. Al desear mil y una cosas vas comprendiendo, poco a poco, que todo deseo es fútil. Todo deseo te hace aterrizar en la frustración, todo deseo te arroja una y otra vez en una fosa.
 

Así ha venido sucediendo desde hace millones de años, pero a pesar de ello empiezas a albergar esperanzas, vuelves a creer que este nuevo deseo que surge, que brota en ti, tal vez te conduzca al paraíso. Que te proporcionara todo aquello que anhelas, que te colmará. La esperanza surge una y otra vez. 
 
La iluminación sucede cuando desaparece toda esperanza. La iluminación es la desaparición de la esperanza.

No te perturbes cuando digo que la iluminación es un estado de desesperanza, porque no es algo negativo. La esperanza deja de surgir, no se crean más deseos. El futuro desaparece.  

Cuando no hay deseo, no existe necesidad de futuro. La tela del futuro es necesaria para el deseo. Pintas tus deseos en la tela del futuro, cuando en realidad no hay nada que pintar. ¿Para qué debes ir cargando con la tela? Abandónala. ¿Para qué cargar con pinceles y pinturas cuando no hay nada que pintar? Todo eso proviene del pasado. La tela proviene del futuro, y el color, los pinceles, la técnica y todo lo demás, proviene del pasado. Cuando no hay que pintar nada, uno se deshace de la tela, del pincel y de los colores. Y de repente está aquí y ahora.

Eso es lo que el Buda denomina chittakshana, un momento de entendimiento, de consciencia. Este momento de consciencia puede suceder en cualquier instante. No requiere de un momento en especial, ni de una postura específica, ni de un lugar particular… Puede suceder en todo tipo de situaciones. Ha sucedido en todo tipo de situaciones. Todo lo necesario es que durante un instante no haya pensamiento, ni deseo, ni esperanza. En ese instante, el rayo…

Osho (El Sendero del Zen



   

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http://www.despertarlaconciencia.net/article/dejar-de-buscar-y-empezar-a-sentir

miércoles, 7 de mayo de 2014

Frases Maestras III


"El zen es la manera natural, el camino natural: “Ser natural es el camino. Libera la mente. No hagas el mal intencionadamente ni hagas el bien deliberadamente. No te aferres a nada. Eso es el tao”. Y con eso basta. “No te aferres a nada”. A veces te aferras al dinero, a veces a la esposa, al marido, y a veces empiezas a aferrarte interiormente a Krishna y a Cristo. “No te aferres a nada”. Sólo entonces podrás llegar al verdadero fin del mundo, y el fin es el principio, y el caos es creación."  Osho (El Sendero del Zen) 


"Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo."  Eckhart Tolle (El Silencio habla)
 
“Todos pensamos en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”  Leon Tolstoi

"La espiritualidad no viene de las religiones, viene de nuestra alma."  Anthony Douglas Williams


"hasta que no hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, éste ultimo dirigirá tu vida y tú lo llamaras destino." Carl Gustav Jung

  “Las victorias privadas preceden a las públicas. No se puede invertir este proceso, así como no se puede recoger una cosecha antes de la siembra. El proceso de cambio siempre es de adentro hacia afuera”.   S. R. Covey

 "No eres lo que tienes, eres lo que das." Anónimo

"Imagina una telaraña multidimensional en la mañana temprano, cubierta con gotas de rocío. Y cada gota de rocío contiene el reflejo de todas las otras gotas de rocío. Y en cada gota reflejada, el reflejo de todas las otras gotas de rocío en este reflejo.
Y así hasta el infinito.
Esa es la concepción Budista del universo en una imagen." Alan Watts 


"No encontrarás la paz reordenando las circunstancias de tu vida, sino dándote cuenta de quién eres al nivel más profundo." Eckhart tolle (El silencio habla)

"el momento presente es el unico lugar que tú conscientemente gobiernas. En este espacio puedes fabricar tu antídoto."  Miguel Angel Blanco Martinez

"Cuando la rabia no surge de tu interior, no encuentras enemigos externos en ninguna parte. El enemigo externo solo existe cuando existe rabia interna." Lama Zopa Rinpoche
 

"Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estas en lo cierto." Henry Ford

"No hay necesidad de templos, no hay necesidad de filosofias complicadas. Nuestro propio cerebro, nuestro propio corazón, es nuestro templo. Mi filosofia es la bondad." Dalai Lama

"Lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad"  Russel Crowe (Gladiator)



"No poseas, no te vuelvas un poseedor de personas ni de cosas; úsalas simplemente como un don del universo...
y cuando están disponibles, úsalas!!!; cuando no están disponibles, disfruta la libertad.
Cuando tengas algo, disfrútalo!!!; cuando no lo tengas, disfruta no teniéndolo, eso también tiene su propia belleza...
Si tienes un palacio donde vivir ¡disfrútalo!!!; si no lo tienes, entonces disfruta una choza y la choza se vuelve un palacio.
Es el disfrutar lo que marca la diferencia, entonces, vive bajo un árbol y disfrútalo...no te pierdas el árbol y las flores y la libertad y los pájaros y el aire y el sol. Y cuando estás en un palacio, no te lo pierdas... disfruta el mármol y los candelabros.
Disfruta allí donde estés y no poseas nada. Nada nos pertenece.
Venimos al mundo con las manos vacías y nos vamos del mundo con las manos vacías.
El mundo es un don, así que disfrútalo mientras está allí.Y recuerda,
el universo siempre te da lo que necesitas."


Osho (El Camino abierto del Amor)




El Poder sanador de los Mandalas



El arte como herramienta de sanación (el mandala como rueda medicinal) 
La teoría de que el arte tiene propiedades curativas ha sido postulada por distintas disciplinas tanto de la medicina tradicional como de filosofía y psicoanálisis. Diferentes campañas para reducir riesgos en la salud han encontrado que decirle a la gente que baile, por ejemplo, es más efectivo que decirle que haga ejercicio. En los hospitales se estudian los efectos de distintas formas del arte para decorar los cuartos de pacientes con imágenes sanadoras, que por lo general acaban siendo sobre la naturaleza. Por otro lado, en la filosofía encontramos premisas que aluden al “consuelo de arte”, que a diferencia del entretenimiento, tiene propiedades reconfortantes para el observador. Pero una de las más interesantes, y quizá el eje alrededor del cual giran estas teorías, es el postulado de Jung sobre las funciones medicinales de los mandalas.


Jung sentía que la atención a los símbolos del inconsciente daban en respuesta velocidad al crecimiento personal de cada uno; una suerte de revolución a partir de la creación de figuras esféricas. El mandala, que en sánscrito significa “centro”, es uno de los arquetipos más representados en la historia de la humanidad (recordemos el calendario azteca en México o el Ying-Yang en China) y refleja, en palabras del psicoanalista, la totalización del ser; conjetura que hace completo sentido si vemos nuestro ser, o nuestra personalidad, como una figura geométrica con centro y circunferencia.
En el mandala todo está relacionado al centro –al mandala- que es una especie de fuente de donde brotamos. Ya que todos queremos cumplir nuestra misión en la vida, o, en otras palabras, ser todo lo que podemos ser en esta vida, ver el centro de nuestra personalidad puede ser un proceso de sanación muy poderoso. Jung proponía no solo ver mandalas y seguir cuidadosamente las líneas con nuestra mirada (como quien está perdido en un laberinto buscando el centro), sino crear mandalas para conocer más sobre nosotros mismos, y acelerar el proceso de sanación de cualquier enfermedad o angustia. Jung, al comenzar a dibujar círculos, notó que existía una correspondencia entre estos y su situación interior, sus sentimientos, impresiones y pensamientos. Se dio cuenta que los mandalas son terapéuticos, primero al hacerlos y luego al verlos.


Algunas veces con sólo pensar en un mandala sentimos un poco de tranquilidad, de consuelo. Como si hubiera una atracción innata a los símbolos del inconsciente. En la rueda de la medicina nos curamos desde un lugar verdadero. El arte es una herramienta de la imaginación que sana nuestro cuerpo (quizá por que impulsa el florecimiento del alma).







Un mandala, rueda o círculo en sánscrito, es una imagen con un centro y con una simetría organizada habitualmente en 4 ejes, los 4 puntos cardinales, aunque pueden ser 2, 3,...


Existen casi desde el comienzo de la humanidad y en todos los continentes y culturas.


Su función puede ir desde lo puramente decorativo a su uso en la meditación, la oración, o como medio de sanación y/o desarrollo mental o espiritual.

Su realización puede ir desde los más rudimentario signos esquemáticos dibujados de forma individual a la participación de varias personas durante varios días en elaborados dibujos, y desde sencillas líneas grabadas en la piedra al uso de pigmentos de todo tipo y origen, arenas de colores, tintas, hilos,... sobre papel, seda, cortezas de árboles, paredes, suelos, rocas, alfombras,...

Los motivos son todos aquellos que han atraído nuestra atención desde el principio de los tiempos: vegetales, animales, geométricos, dioses y diosas, abstractos, ornamentales, espirituales, cotidianos,...

Consejos para dibujar los tuyos o pintarlos
Estos consejos proceden de: rutasdelalma.com
Si nosotros queremos construir un mandala, debemos tener en cuenta su esquema básico: Un círculo y cuatro puntos cardinales.

Obviamente esta no es una regla estricta que no se pueda romper, también puede ser que en lugar de que su base sea un círculo puede ser un triángulo, un cuadrado, o un octágono.
A partir de ahí podemos diseñar nuestro mandala y esto ¡es cuestión de creatividad! puedes decorarlo con imágenes místicas como el símbolo del ying-yang, una cruz, la estrella de David, lunas, estrellas, el sol, flores, aves, paisajes, nubes, figuras geométricas... en fin, busca los diseños que te proyecten paz y tranquilidad.



Cómo pintarlos

Busca un lugar tranquilo, y observa detenidamente tu mandala, concéntrate en el, si después de observarlo por un largo rato notas que se mueve ¡es la energía que está en movimiento!.

Es conveniente empezar a pintarlo de afuera hacia adentro, esto nos representa el autoconocimiento de lo externo hacia nuestro centro, hacia nuestro interior.

Decide la dirección en que vas a pintarlo y trata de mantenerla.

Al elegir los colores puedes hacerlo de manera intuitiva ¡no importa que no combinen los colores entre si! de esta manera podrá descifrar tu estado de ánimo. También podrás hacerlo eligiendo los colores y trata de cambiar tu estado de ánimo de ésta manera.

Tal vez te de sueño en el proceso, si estabas tenso, el mandala está cumpliendo con la relajación, es normal, en este caso es preferible dejarlo ¡y disponte a dormir!.

Si no terminaste el mandala en ese momento, déjalo así, la próxima vez que quieras pintar uno, elige uno nuevo, con colores que vayan más acorde con tu estado de ánimo en ese momento.
Si quieres que el mandala te guíe para el auto-conocimiento, no pienses en formas ni colores, deja que solo te vaya guiando, haciendo lo que en ese momento de manera intuitiva te nazca. 



Los mandalas no son simples dibujos de colores. Todos los elementos que en ellos se integran tienen un significado. Conoce algunos de los más utilizados:
Círculo: movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.  Corazón: sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.
Cruz: unión del cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.
Cuadrado: procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.
Estrella: símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.
Espiral: vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad.
Hexágono: unión de los contrarios.
Laberinto: implica la búsqueda del propio centro.
Mariposa: autorenovación del alma. Transformación y muerte.
Pentágono: silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego.
Rectángulo: estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal.
Triángulo: agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); agresión hacia uno mismo (hacia el centro)


¿Qué quieren decir los colores?

El uso de los colores en los mandalas también tiene un significado especial. Su uso está relacionado con el estado de ánimo de quien los pinta o dibuja. Descubre lo que esconde cada tonalidad:

Blanco: nada, pureza, iluminación, perfección.
Negro: muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, ignorancia.
Gris: neutralidad, sabiduría, renovación.
Rojo: masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.
Azul: tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.
Amarillo: sol, luz, jovialidad, simpatía, receptividad.
Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.
Rosa: aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo.
Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
Verde: naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.
Violeta: música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
Oro: sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.
Plata: capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes, bienestar.
 
Fuente: http://sanacionpranica.es.tl/Mandalas-para-pintar.htm



  Véase también, este articulo sobre Mandalas: http://www.121sb.com/mandala-la-simetria-cura/