domingo, 18 de mayo de 2014

Más allá de los conceptos


Buda nos dice: “Un ser humano no es un ser humano. Por eso podemos decir que es un ser humano.” –A no es A. Por eso realmente es A-. Una flor no es una flor. Está formada únicamente por elementos no-flor: luz del sol, nubes, tiempo, espacio, tierra, minerales, jardineros... Una verdadera flor contiene el universo entero. Si devolvemos cualquiera de esos elementos no-flor a su origen, la flor desaparecerá. –Una rosa no es una rosa. Por eso es una verdadera rosa-. Debemos disipar nuestro concepto de rosa para sentir la verdadera rosa.
El nirvana significa extinción, ante todo la extinción de todos los conceptos e ideas. Cuando nos preguntamos si Buda es un ser humano,significa que tenemos un concepto del ser humano. De modo que Buda se limita a sonreírnos como respuesta. De esta forma nos anima a trascender nuestros conceptos y así descubrir que un ser verdadero es muy distinto a un concepto.

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Cuando vemos algo, aparece en nuestro interior un signo o una imagen. Por ejemplo, si el agua está en un recipiente cuadrado, su signo es ser cuadrada. Al abrir el congelador y sacar un poco de hielo, el signo de esa agua es la solidez. Los químicos llaman al agua H2O. La nieve en la montaña y el vapor que se eleva de la pava también son H2O. Que el H2O sea cuadrada, sólida o gaseosa dependerá de las circunstancias.

Los signos son herramientas para nuestro uso, pero no son la verdad absoluta y pueden engañarnos.
El Sutra del Diamante dice: “Donde quiera que haya un signo, hay engaño, ilusión”. Las percepciones a menudo nos dicen tanto sobre el que percibe como sobre el objeto de percepción”.
Para poder liberarnos, es necesario practicar la Concentración sobre la Ausencia de Signos. Hasta que no vayamos más allá de ellos, no podremos sentir la realidad. Nuestro miedo y nuestro apego surgen de quedar atrapados en los signos. El mayor alivio surge cuando logramos vencer las barreras de los signos y sentir el mundo carente de ellos, el nirvana. ¿Dónde debemos buscar para encontrar el mundo carente de signos? Aquí mismo, en el mundo de los signos.


Los políticos, los economistas y los educadores necesitan practicar la ausencia de signos. Encarcelamos a muchos jóvenes, pero si meditamos en la ausencia de signos, descubriremos de donde procede su violencia. ¿Cómo es nuestra sociedad?¿Cómo están organizadas nuestras familias?¿Qué se enseña en nuestras escuelas? Los jóvenes se lastiman a si mismos y a los demás porque la vida no tiene un sentido para ellos. Si seguimos viviendo de la manera en que lo hacemos, y organizando a las sociedades de la misma forma, seguiremos produciendo muchos miles de jóvenes que necesitan ser encarcelados.

La ausencia de signos no es sólo una idea. Si observamos profundamente a nuestros hijos, vemos todos los elementos que los han producido. Son como son debido a nuestra cultura, nuestra economía, nuestra sociedad, y nosotros también lo somos debido a ello.

Nuestros hijos aprenden a leer, a
escribir, aprenden matemáticas, ciencias y otras materias en la escuela para poder ganarse la vida el día de mañana. Pero muy pocos programas escolares enseñan a los jóvenes cómo vivir, como afrontar la ira, calmar los conflictos, respirar, sonreír y transformar las formaciones internas. Es necesaria una revolución en la educación. Debemos animar a las escuelas a enseñar a nuestros estudiantes el arte de vivir en paz y armonía.

Thich Nhat Hanh (El Corazón de las enseñanzas de Buda)

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