jueves, 26 de junio de 2014

El misterio





LA CIENCIA ES SER EXACTO, ser absolutamente exacto sobre los hechos. Si eres muy exacto sobre los hechos no podrás sentir el misterio, cuanto más exacto eres, más se evapora el misterio. El misterio necesita una cierta vaguedad; el misterio necesita algo no determinado, sin demarcar. La ciencia es objetiva; el misterio no es objetivo, es existencial.
Un hecho sólo es una parte de la existencia, una pequeña parte; la ciencia trata de las partes porque es más sencillo tratar de las partes. Son más pequeñas, puedes analizarlas; no te superan porque puedes tenerlas en las manos. Puedes diseccionarlas, puedes etiquetarlas, puedes estar absolutamente seguro de sus características, cantidades, posibilidades, pero en ese mismo proceso estás matando el misterio. La ciencia es el asesinato del misterio.
Si quieres experimentar lo misterioso tendrás que entrar por otra puerta, desde otra dimensión completamente distinta. La dimensión de la mente es la dimensión de la ciencia, y la dimensión de la meditación es la dimensión de lo milagroso, lo misterioso. La meditación hace que todo sea indefinido. La meditación te lleva a lo desconocido, lo inexplorado. La meditación te lleva, poco a poco, a un tipo de disolución donde el observador y lo observado se vuelven uno. Pero eso no es posible para la ciencia. El observador debe ser el
observador, y lo observado debe ser lo observado, y tiene que haber una distinción clara en cada momento. No debes olvidarte de ti mismo ni un instante; no debes interesarte, disolverte, sumergirte, ser pasional o amoroso con el objeto de tu investigación. Tienes que permanecer imparcial, tienes que ser correcto y, sin embargo, perderte la alegría de hacerlo. Disuélvete en la danza, conviértete en la danza, olvídate del bailarín.
Cuando empieza a haber una unidad tan profunda en muchos aspectos de tu vida, cuando los que están a tu alrededor empiezan a tener grandiosas experiencias de desaparición, de ausencia de ego, de inexistencia... cuando la flor está ahí pero tú no estás, cuando el arco iris está ahí pero tú no estás... cuando las nubes están vagando por el cielo en el interior y el exterior, y tú no estás... cuando hay un silencio absoluto en lo que a ti respecta; cuando dentro de ti no hay nadie, sólo puro silencio, silencio inmaculado, imperturbable, sin alterarse por el razonamiento, el pensamiento, la emoción, el sentimiento..., este es el momento de meditación. La mente ha desaparecido, y cuando desaparece la mente aparece el misterio. 

Osho Coraje

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