jueves, 7 de noviembre de 2013

Noticias del Karma



 
Activación de la Ley de Causa y Efecto

La Ley del Karma (nuestros actos tienen consecuencias sobre nuestras vidas futuras) establece una relación entre un acto y los acontecimientos procedentes. Como resultado, este principio constituye la aplicación de un principio más general “La Ley de Causa y Efecto”. Esta Ley se define de forma muy sencilla:



- Todo fenómeno produce ciertas consecuencias

-Todo fenómeno es el resultado de un conjunto de causas ya existentes

Esta Ley de Causa, aparentemente anodina por haberse visto tan afectada por el buen sentido, puede tener un alcance considerable si llevada a su termino.


En cada momento de nuestra vida, podemos comprobar cuan exacta es esta Ley. Por ejemplo, la puerta de mi coche se abre porque giré la llave dentro de la cerradura, y porque yo mismo me encontraba delante del coche y ese coche era mio. Si me tomo un tiempo para reflexionar, puedo entonces examinar cada una de esas causas y descubrir que son por si mismas el resultado de acontecimientos ya existentes. Si remontamos en la cadena de causas , llegamos a dos hipótesis: O bien existe una causa ultima, un Dios creador del Universo, un Dios todo poderoso y que seria su propia causa. O bien remontamos indefinidamente, el mundo no teniendo entonces ningún punto de partida pero habiendo siempre existido.

La teoría del Karma promulga que la persona realizando un acto tendrá que obligatoriamente hacer frente a las consecuencias de dicho acto. Esas consecuencias son necesariamente individuales. En otros términos, las consecuencias positivas o negativas derivando del acto, giran entorno a la persona habiéndolo originado.

No obstante, unas personas diferentes pueden compartir un Karma común. Este Karma colectivo puede ser muy variado.

Un ejemplo de Karma particularmente positivo consistirá en asistir a las enseñanzas de un gran maestro, mientras un acontecimiento karmico negativo equivaldrá a sufrir las terribles consecuencias de un terremoto.

Entonces surge una pregunta: El Karma siendo individual, como varias personas pueden compartir un acontecimiento común, vivir un karma colectivo? 

La única explicación es que cada una de esas personas realizó anteriormente y individualmente ciertos actos similares, habiendo engendrado este karma. Por ejemplo, las personas que siguen las enseñanzas de un swami hindu previamente desarrollaron su espiritualidad.



Conviene añadir que el Karma no es transmisible como podría serlo una enfermedad contagiosa, o una “patata caliente” que se pasa al vecino. No seria correcto afirmar que el drama vivido por las víctimas de un terremoto es el resultado del mal comportamiento de los dirigentes de este país.



El Karma tiene una fuerza irresistible pero no irreversible

La Ley del Karma promulga que un acto engendra obligatoriamente otro acontecimiento, este siendo su consecuencia lógica. Por consiguiente existe un carácter de necesidad entre el acto inicial y el posterior acontecimiento confiriendo a la ley del karma la fuerza de una verdadera ley científica.

Así vemos que el Karma funciona de manera imparable, inevitable. Como dice la frase de la Vishnusmriti:

El acto persigue el hombre, lo encuentra sin equivocarse “como el ternero encuentra a su madre en un rebaño de miles de vacas” (mencionado por Louis Renou in el hinduismo). En otros términos, el Karma es ineluctable y al hombre le es imposible escapar de las consecuencias de sus actos. De ello resulta que un acto, aunque datando de varias décadas y del que ni siquiera nos acordamos, no nos va a olvidar. Estaremos necesariamente enfrentados a sus consecuencias.

Significa esto que uno deba rendirse a la pasividad, al pesimismo y aceptar resignado un funesto destino?

Para nada. La teoría del Karma implica un camino de acción justa. Todo acto conllevando forzosamente a unas consecuencias, unos actos positivos pueden atenuar, incluso borrar totalmente las consecuencias de un acto negativo anterior. Por ejemplo, aunque hayamos cometido un acto muy negativo, podremos influir sobre el curso de los acontecimientos merced a un arrepentimiento sincero, a unas excusas y a una renuncia total a este tipo de comportamiento. Por el contrario, si dispongo de condiciones de existencia favorables, pero si me entrego a actividades negativas, haré que mi situación positiva presente acabe de forma prematura. 

Así, el Karma, sea positivo o negativa puede ser transmutado. La teoría del Karma establece una ética de responsabilidad en otra vida. El peligro de rechazar la reencarnación (el caso del nuestro mundo occidental) es la no-responsabilidad de nuestros actos y pensamientos de impunidad.
 
La consecuencia del acto no es del todo previsible

Sabemos que un acto positivo nos proporcionara necesariamente consecuencias positivas y un acto negativo producirá obligatoriamente consecuencias negativas. Aunque este principio este establecido, no es posible predecir exactamente lo que sucederá, ni cuando ocurrirá.


No hay duda de que existe una correlación entre el acto inicial y su consecuencia, esta relación de causa a efecto traduciéndose por cierto “parentesco de naturaleza” entre dos acontecimientos. Por consiguiente, si me muestro altruista hacia cierta persona, recibiré obligatoriamente señales de benevolencia de otra persona. Pero esa benevolencia podría provenir de una persona otra que la por la cual hice el bien. Por otra parte, no me es posible predecir bajo que forma se manifestara esa benevolencia.


Resulta también imprevisible saber cuando la consecuencia del acto tendrá lugar. La consecuencia puede ser inmediata y entonces hablamos de “Karma del instante”. Por ejemplo, una persona calumnia a otra y se muerde la lengua al pronunciar esas palabras. Esta auto-mordedura constituye la retribución karmica del acto malévolo. Pero el plazo puede ser mucho mas largo. Incluso cabe la posibilidad de no poder comprobar en esta vida las consecuencias de un acto cometido durante esta vida. Por ejemplo, un delincuente notorio queda impune y sigue llevando una vida apacible hasta el final.

Esta situación injusta, indignante, acaso representa una violación, una refutación del principio de retribución de los actos?


En absoluto. Efectivamente, la teoría del karma establece que si un acto no produce su efecto en esta vida, lo producirá posteriormente, entonces en una vida futura.



Por consiguiente, la teoría de la transmigración constituye una consecuencia lógica de la teoría del karma. El Karma teniendo una fuerza incontenible, de la que es imposible escapar, si la consecuencia de un acto no se manifiesta en una vida, eso significa que existe obligatoriamente vidas posteriores en las que el karma acumulado anteriormente llegara a madurez.




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